“Gran parte de la libertad financiera se trata de tener tu corazón y tu menta libres de toda preocupación por los “qué pasaría” de la vida” Suze Orman
La tranquilidad y paz mental de saber que tienes un “colchón” que puede cubrirte durante algunos meses es invaluable. Aquí te damos algunos tips y razones para crear tu propio fondo de protección.
¿Se te descompuso el coche? ¿Te quedaste sin trabajo? ¿Las ventas bajaron? ¿La economía va en picada? En ocasiones todo marcha en completo orden y con mucha normalidad, pero de repente, ¡zaz! , un imprevisto te saca de todo balance. No tiene que ser así, si eres disciplinado puedes estar tranquilo a pesar de cualquier imprevisto o problema financiero. Es cuestión de ser cauteloso con tu dinero y de crear tu propio fondo de protección.
Dejaremos el tema de las inversiones para otra ocasión. Siempre habrá instrumentos financieros que nos puedan dar rendimientos atractivos pero para tu fondo de protección necesitas que el dinero esté siempre a la mano así que no puedes arriesgarte a invertirlo en la bolsa, en bonos, o en oro, sino que debe estar siempre disponible en alguna chequera o en algún pequeño fondo de inversión con disponibilidad diaria.
A final de cuentas ese dinero será solo eso, un fondo de protección que podrás usar en casos de emergencias o de desempleo. Antes de pensar en inversiones más arriesgadas, trata de separar un poco de de dinero cada mes hasta que reúnas tu fondo de protección.
¿Cuánto debes juntar en ese fondo? La respuesta dependerá del nivel de tranquilidad que quieras tener y de la volatilidad de tu fuente de ingresos, pero una buena base sería la siguiente:
- Si tienes un trabajo por nómina: trata de que tu fondo de protección sea equivalente a al menos 3 meses de tus gastos.
- Si tienes ingresos variables: te recomiendo que tu fondo de protección sea equivalente a al menos 6 meses de tus gastos.
La tranquilidad no tiene precio. Contar con un fondo de protección como éste, te permitirá pensar con claridad cuando ocurra un imprevisto, evitará que tengas que pedir prestado o abusar de tu tarjeta de crédito…y sobre todo te ayudará a que no tomes decisiones precipitadas y a tomar las cosas con calma. Recuerda que después de la tormenta viene la calma y que siempre sale el sol al siguiente día, pero es mejor estar preparado en el tema financiero.