Renata nunca ha comprado una casa, y nunca ha pagado un crédito hipotecario. Hasta hace poco tiempo, ella vivía en casa de sus papás (que por supuesto, no le cobraban renta alguna), hace un año decidió independizarse y ahora está rentando. Renata se pregunta si es momento de comprar casa, pero como a muchos, le da escalofríos pensar en un compromiso a largo plazo.
Si tu, al igual que Renata, tienes nervios de poder cumplir cabalmente con el pago de las mensualidades de tu crédito hipotecario, esta recomendación y estos 4 pasos pueden ser de ayuda:
- Haz una breve búsqueda de propiedades en internet. Busca entre varias zonas en las que te gustaría vivir y haz un promedio de los precios de las casas o departamentos que se adecúan a lo que buscas.
- Haz un breve cálculo para saber cuánto crédito hipotecario podrías necesitar. Aquí la fórmula: Precio de la casa x 1.07 – enganche que tienes acumulado – montos que tuvieras disponibles para un Cofinavit en caso de que tengas acceso a ello. (Aquí la liga por si quieres revisar de manera exacta: click aquí )
- Revisa , pregunta o cotiza, para saber cuánto pagarías de mensualidad al solicitar un crédito hipotecario para esa propiedad (para eso estamos nosostros, sin compromiso). Como una idea general, pagarás alrededor de 10 pesos por cada 1mil solicitado.
- Durante los siguientes 3 o 4 meses, ahorra el equivalente a esa mensualidad.
Definitivamente no será una tarea tan fácil si no estás acostumbrado a ahorrar; precisamente uno de los beneficios principales de comprar en vez de rentar, es que te “obligas” a ti mismo a pagar esa mensualidad y una parte de ella (la amortización) te ayuda a ir generando patrimonio, “obligándote” también de manera indirecta a ahorrar.
Pero aunque te advertimos que no será tarea tán fácil, tampoco se trata de que te estés muriendo de hambre en ese lapso. El ahorro equivalente a esa mensualidad debe ser un reto, pero sin afectar tampoco tus necesidades básicas o tus gustos más importantes.
Si en esos 3 meses ves que con un poco de esfuerzo puedes lograr ahorrar esa cantidad, probablemente sea el momento para dar ese siguiente paso y convertirte en dueño.
Si fracasas en el intento, quizá no sea tu momento ideal (sino hasta que estés más holgado y/o generes la disciplina para separar y ahorrar ese dinero mes con mes).
